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Torpe temeridad

Se presentó una agenda de visita asiática, diciendo que no se iba a ir a China durante la misma, pero en medio del vuelo, con nocturnidad y alevosía, se cambió la ruta de vuelo para empezar la visita en Taipéi’.

En las últimas semanas Taiwán ha copado gran parte de la sección de noticias internacionales debido a la visita de la presidenta del congreso de los Estados Unidos a las islas. Pero, si muchos altos cargos del gobierno norteamericano han visitado la isla, incluyendo una comitiva del congreso este último fin de semana, y es algo que ha sucedido reiteradamente, ¿por qué esta visita ha causado tanto revuelo? La razón es simple: cuando Cancillería de Estados Unidos anuncia la agenda oficial de la última gira asiática de Nancy Pelosi, dijo que China quedaba excluida de la gira. Esa simple razón tiene un trasfondo muy complicado debido a lo que es Taiwán. Vamos por partes.

China estuvo envuelta en una guerra civil entre un bando comunista alzado en armas contra la República de China. Esta se detuvo por la Segunda Guerra Mundial, pero continuó en 1945 con el fin de dicha contienda. En 1949 el bando comunista gana la guerra civil, instaurando la República Popular de China, con la bandera roja con cinco estrellas que todos conocemos. El gobierno de la República de China, además de muchos ciudadanos, huyeron a la isla de Taiwán, y aquí lo importante de todo el tema: siguieron gobernando bajo la bandera de la República de China, siendo el gobierno de la República de China, en suelo chino. Resumen: Taiwán es China, se considera la China legítima, y considera a la China continental ocupada por los comunistas. La República Popular considera lo mismo de Taiwán, actualmente, como una provincia autónoma rebelde. Las dos reivindican el discurso de que solo existe una China; da la casualidad de que hay dos gobiernos que actúan en distintas partes del territorio. Quince países reconocen la República de China, y por ende no a la República Popular de China.

Bajo este contexto, se presentó una agenda de visita asiática, diciendo que no se iba a ir a China durante la misma, pero en medio del vuelo, con nocturnidad y alevosía se cambió la ruta de vuelo para empezar la visita en Taipéi, algo que no se había anunciado y más bien desmentido, a pesar de que era un secreto a voces, pues no sentó bien en Pekín, que viendo la torpeza -uno de los sellos reconocibles de la diplomacia estadounidense últimamente- con la que se manejó este tema desde un principio, ya había movilizado su ejército a la zona cercana a Taiwán para efectuar maniobras militares con fuego real cerca (muy cerca) de Taiwán.

¿Por qué esta violencia no ocurrió este fin de semana con la visita de la delegación del congreso de Estados Unidos? Estos anunciaron que visitaban China Taipéi, por lo que Pekín no tiene problemas con que se utilicen los términos que ellos reconocen, aunque Pekín ha anunciado ejercicios militares después de escuchar las declaraciones de estos al llegar.

La visita de Nancy Pelosi fue torpe y a propósito, ya que hay elecciones este año y su asiento en el congreso está en entredicho.

Hacer este teatrillo, en medio de una guerra comercial entre China y Estados Unidos, con las tensiones entre gobiernos por todo lo alto por distintos temas, aparte con un panorama de hiperinflación, no solo es una temeridad, sino una irresponsabilidad de una persona con tanto poder por un puñado de votos.