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Mirando el pasado. 2020-1830

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El anterior poder Legislativo aprobó una reforma a la educación que no se encuentra financiada. Así pasan las décadas

Conviene al gobierno del presidente Guillermo Lasso hacer lo que precedentes no han hecho: mirar el ayer, analizar el pasado para no repetir el fracaso de los poderes del Estado. Quienes no han leído nuestra historia, temo que son muchísimos, desconocen dónde hubo progreso y dónde no. No requiere gran esfuerzo; debe leerse las leyes aprobadas por el Legislativo, y las propuestas del Ejecutivo en lo económico y social durante los siglos XIX y XX, incluyendo la gestión de ministros que manejaron la economía bajo diferentes nombres. De la lectura del 2020 hacia atrás, hasta la gestión de los poderes del Estado en 1830, encontraremos que lo hecho en el pasado es muy similar a lo del presente. Los poderes del Estado no aprendieron. Además los gobernantes tuvieron poco interés en leer a los grandes economistas de la época; ejemplo, en el siglo XIX hubiera sido muy beneficioso poner en práctica la teoría de la ventaja comparativa.

Al 2002, el Banco Central elaboró, una propuesta de plan estratégico de desarrollo de largo plazo para Ecuador, documento de 74 páginas sobre cómo lograr el crecimiento económico sostenido tomando en cuenta lo que habían hecho otros países. Entre las medidas a tomar se propuso una variedad de reformas: promover apertura en comercio exterior, institucionales y fiscales, tributarias, etc. También se incluyó liberación comercial y laboral. Entre las conclusiones se mencionó la productividad agrícola, políticas de educación, etc. Han pasado casi 20 años y todos los gobiernos han propuesto lo mismo sin ningún cambio logrado. En los años transcurridos los ingresos del Estado suman centenares de miles de millones de dólares mal utilizados, particularmente los últimos 14 años. ¿En qué se invirtió esa colosal cantidad de dinero? ¿Cuánto de ella fue a los bolsillos de los funcionarios del sector público? En 1855, el ministro de Hacienda sostenía: “La causa de este mal se halla las más veces en el seno mismo de las Cámaras legislativas…”. El anterior poder Legislativo aprobó una reforma a la educación que no se encuentra financiada. Así pasan las décadas.