Lo que Ecuador pudo ser

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No faltó el recurso humano capaz de hacer cambios.

Guayaquil siempre tuvo todas las condiciones para hacer de Ecuador un país próspero. Daniel O’Leary, militar y edecán de Simón Bolívar, opinaba: “Guayaquil llegará a ser algún día el emporio del Sur…”. Se refería a su geografía, fertilidad de suelo, abundancia y variedad de producciones. Muchos extranjeros compartieron su optimismo. Henry Woods, primer cónsul británico, en comunicación a George Canning, primer ministro de su país le escribía: “...hay muy pocos puertos que poseen tan vasta ventaja natural como Guayaquil (...), la provincia es capaz de producir una inmensa cantidad de productos exportables (…). Guayaquil podría convertirse en uno de los departamentos más valiosos de la Gran Colombia”.

No faltó el recurso humano capaz de hacer cambios. Desde 1830 se establecieron europeos con profesión, no aventureros como los españoles que nos poblaron. Los británicos se interesaron en traer modernidad. Por iniciativa de Juan Illingworth llegaron las primeras máquinas desmotadoras de algodón surgidas de la Revolución Industrial. Presionó para instalar un taller mecánico y promovió la primera asociación de agricultores. Ricardo Wright compró un transporte mecánico para trasladar la caña en la hacienda Elvira. En el segundo semestre del siglo XIX siguieron llegando europeos y estadounidenses a radicarse en Guayaquil. Circa 1880, 70 % de la actividad empresarial estaba en manos de extranjeros y en sociedad con guayaquileños. Por segunda ocasión el sector privado guayaquileño trajo la modernidad a Ecuador: gas, luz eléctrica, telefonía, vehículos motorizados, etc.

¿Qué sucedió en Ecuador al terminar el siglo XIX? Hubo una revolución que dio inicio a otras, las primeras décadas del XX, y al terminar este, caos económico por crisis del sucre y la banca. Comenzamos el siglo XXI mirando a un futuro incierto; tener el dólar era esperanzador, pero con el triunfo de Rafael Correa lejos de progresar, retrocedió. Hoy hay crisis en todo: moral, economía, política, etc. Ecuador desperdició dos siglos, XIX y XX, no pudo dejar atrás la pobreza y al paso que va serán tres siglos. ¡Qué tragedia!