La guerra informativa

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Hay, al menos, tres batallas que se están librando en el conflicto entre Ucrania y Rusia. La primera, militar; la segunda, económica; y la tercera, informativa. Si las dos primeras son aún de resultados imprevisibles, la tercera ha incorporado componentes nuevos que hacen que este conflicto se esté convirtiendo en un fenómeno diferente de cualquier evento bélico anterior. Me refiero a la posibilidad de ver la guerra en directo, las 24 horas del día, a través de diversos medios, desde televisión y celulares, y mediante distintas plataformas, desde Twitter hasta TikTok.
Todos tenemos una necesidad imprescindible de recibir información con el fin de controlar nuestro entorno y poder tomar decisiones sobre nuestro desarrollo emocional, cultural y económico. Para ello, buscamos la información que nos pueda resultar más creíble y objetiva, sin embargo, toda información que recibimos viene mediada por actores sociales y empresas de comunicación que preparan las noticias adecuándolas con significados y fines ideológicos. No es lo mismo la noticia que lo noticiable. Por ejemplo, la misma situación narrada por un medio ucraniano que por un medio ruso. Noam Chomsky denomina agenda-setting a la “alianza tácita que existe entre el gobierno de un país y los medios de comunicación para comunicar a los espectadores, oyentes o lectores de un determinado medio solo lo que interesa, y ocultar al máximo lo que puede resultar peligroso o perjudicial para la estabilidad que ellos creen la correcta para su país”.
Por otro lado, seleccionamos o excluimos las fuentes de información que reafirmen o contraríen nuestros propios puntos de vista sobre un determinado tema. En ese sentido, los “opinólogos” y expertos de Twitter, por ejemplo, dirigen sus comentarios hacia aquellos que ya comparten sus puntos de vista, como decía la escritora Victoria Ocampo: “…no se convence más que a los convencidos. Pretender apartar a las gentes de sus gustos, de sus inclinaciones, para acercarlas a nosotros es tan estéril como renegar de nosotros mismos y borrar la distancia que nos separa”.