Crítica y periodismo

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'Empecemos estableciendo una diferencia, no es lo mismo hacer crítica que generar noticias’.

Empecemos estableciendo una diferencia, no es lo mismo hacer crítica que generar noticias. Hacer crítica, si nos atenemos a su origen etimológico, significa separar lo bueno de lo malo, y aunque no exista una tradición de crítica en nuestro país, todos tenemos derecho a hacerla en tanto creamos que nos sintamos afectados sobre determinado tema o pensemos que podamos aportar algo sobre ello. No hay crítica ni buena ni mala, solo hay crítica. Por otro lado, quien recibe las críticas debe estar preparado para hacerlo de manera tolerante y receptiva, al final, como decía Immanuel Kant: “Con las piedras que con duro intento los críticos te lanzan, bien puedes erigirte un monumento”.

Otra cosa distinta es la labor que ejerce un periodista. Este no hace crítica, sino genera noticias y opinión pública, o al menos eso debería hacer. Dejo en el aire esta pregunta: ¿existe realmente información o solamente hay noticias? Toda información puede ser una noticia, pero no necesariamente toda noticia será realmente informativa.

Lo que menos se le debe exigir a un periodista es objetividad, ya que esta no existe, bien decía el escritor y ensayista José Bergamín: “Soy subjetivo, ya que soy sujeto. Si fuese objetivo, entonces sería un objeto”. Lo que sí es imperativo es que haya honestidad periodística. 

Edwy Plenel, director periodístico de Le Monde, plantea la necesidad de que un periodista tenga un rol pedagógico y no ideológico. Esta función pedagógica consiste en hacer tres cosas: primero, mostrar la información de la manera más fría posible; segundo, hacer entender al receptor de la forma más didáctica posible; y, tercero, permitir y facilitar el debate de la manera más plural posible. Concluye Plenel que el trabajo de un periodista honesto se resumiría en mostrar la información (ese es su trabajo), hacer comprender los hechos (esa es su experiencia) y facilitar el debate (ese sería su pluralismo). Lo que implica el mostrar una información que incluso pueda contravenir su propio punto de vista.

Eso es, al menos, lo que se espera.