Florencio Compte Guerrero | Nuestro patrimonio funerario

El 16 de octubre de 2003 se declaró Patrimonio Cultural a la zona más antigua del Cementerio General de Guayaquil
Se tiene poca información respecto al primer cementerio construido en Guayaquil. Según Modesto Chávez Franco habría existido un pequeño camposanto junto al Cerro Santa Ana, sin embargo, en ninguno de los planos del siglo XVIII aparece registrada tal localización. De lo que sí hay constancia es que existían enterramientos adjuntos a algunas iglesias que contaban, además, de nichos en sus interiores para ciudadanos acaudalados.
En 1810 el Cabildo resolvió acoger la Real Cédula de 1787, emitida por el rey Carlos III, que prohibía los enterramientos en los templos. El 6 de junio de 1809 se emitió una Real Orden que establecía que hubiera cementerios públicos en las ciudades, sin embargo, no fue sino hasta 1814 cuando esta se implementó por el corregidor Juan Vasco y Pascual, quien ordenó que se construyera un cementerio en Guayaquil, junto al cerro de San Lázaro.
En 1822 el Cabildo decidió la construcción de un nuevo cementerio y se establece el 27 de abril de 1823 como su fecha de inauguración por parte del Vicario Francisco Xavier de Garaycoa. En 1825 se terminó la construcción, según el diseño de Juan Francisco Ycaza, bajo la dirección del Regidor Síndico Pedro de Santander.
La mortalidad de la epidemia de fiebre amarilla de 1842 determinó que Vicente Rocafuerte decidiera la ampliación del cementerio. En 1887 la Municipalidad asumió su administración, que al poco tiempo fue transferida a la Junta de Beneficencia de Guayaquil. A finales del siglo XIX, el arquitecto José Joaquín Olmedo De Ycaza fue comisionado para su embellecimiento.
El 16 de octubre de 2003 se declaró Patrimonio Cultural a la zona más antigua del Cementerio General de Guayaquil y el Cementerio de los Extranjeros. Se inventarió 150 bienes inmuebles y se estableció la delimitación de las áreas de primer y segundo orden de control y protección. Esta declaratoria se amplió el 20 de abril de 2011, cuando se estableció la delimitación hacia los sectores de mayor relevancia y concentración de bienes, realizándose el inventario de un total de 255 bienes funerarios inmuebles y 208 bienes muebles.