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La inversión extranjera y otras inversiones

Avatar del Fausto Ortiz

Las APP casi con seguridad irán dando frutos en los años en que el actual gobierno haya terminado su período

Hemos escuchado tantos números sobre inversión que más de uno termina confundiéndose. Que se van a lograr USD 20.000 millones de Contratos de Inversión, que se ha presentado al mundo una cartera de proyectos de inversión bajo formato de Alianza Público Privada del orden de USD 15.000 millones, y la más reciente, que la Inversión Extranjera Directa (IED) al finalizar el año 2022 fue de USD 788 millones. Las tres cifras no indican lo mismo, ni en monto, ni en tiempo, ni origen.

Los Contratos de Inversión bien pueden darse en varios años y con recursos nacionales de reinversión de utilidades o hasta créditos bancarios locales. Las Alianzas Públicas Privadas (APP) cuando se den, y si es que se dan en los siguientes años, podrían contener buena parte de Inversión Extranjera. Hay varios proyectos con muy buena difusión y muestras de interés, pero para luego de dos o tres años los más importantes.

Debería quedar claro que los Contratos de Inversión o Alianzas Públicas Privadas que se cuantifican no son lo mismo que el dato oficial de IED. Algo que sí tienen en común es que en su gran mayoría corresponden a recursos que provienen y se destinan a proyectos privados y están más cercanos, en concepto, a las cifras de Inversión Pública del Presupuesto del Estado.

Dicho lo anterior, los USD 788 millones de IED en este 2022 representaron el 0,7 % del Producto Interno Bruto (PIB), y se ubica en el mismo valor promedio desde 2007 (0,7%) si se excluyen los valores de IED de los años 2008 (1,7 %), 2015 (1,3 %) y 2018 (1,3 %), que estuvieron influenciados por procesos de Remisión Tributaria que permitieron “traer” recursos del exterior, que se registran en la IED y sirvieron para pagar impuestos en discusión y a cambio lograr exoneración de pagos de multas e intereses de mora.

Al hacer la comparación con Colombia, su Inversión Extranjera Directa en el año 2022 fue USD 11.320 millones en una economía (PIB) 3 veces más grande que la ecuatoriana. La IED frente al PIB en Colombia fue de 3,3 % y es casi 5 veces más grande que lo que logra atraer Ecuador. Aquí hay tarea pendiente desde hace muchos años.

Las Alianzas Públicas Privadas casi con seguridad irán dando frutos en los años en que el actual gobierno haya terminado su período presidencial. Esa realidad no debería ser motivo para no impulsar la cartera de proyectos, pero tampoco permite desatender la Inversión Pública (IP). Incluso hay espacio para hacer una pregunta en el campo fiscal: ¿dado que los esfuerzos del actual gobierno generarán Inversión Pública Privada en años posteriores, la economía toleraría que se anticipe la Inversión pública del Presupuesto del Estado para ejecutarla en los actuales años, aunque el Déficit Fiscal no logre ubicarse en la tendencia acordada con el FMI? Diría que la respuesta debería ser positiva.

Tener una muy baja Inversión Pública termina asegurando un comportamiento político pendular: el Gobierno hace esfuerzos por bajar gasto y déficit, crea desencanto, malestar político y asegura una derrota electoral, dejando además al que tomará la posta cuentas fiscales ordenadas y obras que sumarán en reactivación.

La economía está a la espera de mayor Inversión y ojalá fueran de todo tipo.