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Ingreso o Gasto, ¿cuál bajar?

Avatar del Fausto Ortiz

Los tres principales gastos corrientes que deben ser cubiertos por impuestos, son Nómina, Transferencias Corrientes e Intereses de deuda

El Gobierno anuncia que irá por una corrección a la última reforma tributaria con la finalidad de modificar algunos temas sobre los cuales no tuvo oportunidad de “negociar” y mejorar al momento de aprobación en la Asamblea Nacional, ya que esta pasó por el ministerio de la ley.

Por un instante pensemos que efectivamente lo que envíe esta vez a la Asamblea logra ser aprobado con los votos necesarios y le permite al Ejecutivo, por ejemplo, devolver las deducciones de gastos para salud, educación y otros. Supongamos que no ocurre que la Asamblea se vuelve más generosa que el Ejecutivo y en lugar de lo que reciba, apruebe una mayor deducción y complique la reforma.

Soñar cuesta poco, pero, ¿la economía soporta menos ingresos fiscales en estos momentos y para el futuro? ¿O la reforma irá acompañada de un nuevo impuesto que compense la merma que, otra vez, por ejemplo, causarán el retorno de las deducciones de gastos? Hasta que tengamos el proyecto de ley en la mano y podamos analizarlo a detalle, atendamos la pregunta de si hay espacio para reducir impuestos o son los gastos los que hay que revisar.

Diez años atrás, en 2013, para el primer cuatrimestre, los impuestos que recibía Finanzas fueron USD 4.950 millones (M) y en 2023 pasaron a USD 5.567M. Aumentaron USD 617M o 12,5 % del 2013 al 2023.

Los tres principales gastos corrientes que deben ser cubiertos por impuestos son: Nómina, Transferencias Corrientes (Bonos solidarios y 40 % IESS) e Intereses de deuda.

En 2013, al Ministerio de Finanzas le sobraron USD 1.552M de los impuestos para cubrir esos tres principales gastos (USD 2.404M, USD 742M y USD 252M respectivamente), mientras que para 2023, Nómina (3.023M), Transferencias corrientes (1.756M) e Intereses (979M) superaron en USD 192 millones a los impuestos. Hoy no le alcanza al Ministerio de Finanzas la recaudación en Impuestos para atender esos tres principales Gastos Corrientes, que han crecido y seguirán creciendo a un ritmo mucho más acelerado que el crecimiento de impuestos.

Lo triste de esta historia y sus números es el sitio en donde se ha escogido ajustar. Sí, ahí mismo, en la Inversión pública. Del 2013 (USD 3.040M) al 2023 (USD 1.427M), el Gasto de Capital e Inversión cae en los primeros 4 meses del año USD 1.613M, valor que es cercano al aumento del gasto corriente, neto del aumento de impuestos, que fue USD 1.744M. Es decir, los gastos corrientes netos de impuestos aumentaron del 2013 al 2023 y para no incrementar más el déficit fiscal, el ajuste cayó en los Gastos de Capital el Inversión (Inversión Pública).

Es claro que el ajuste debió darse en los Gastos corrientes, el punto acá es que hay muy poco espacio en cualquiera de los tres principales gastos reseñados, pero hay que meterse en la lucha de identificarlos. Ir por una reducción de Ingresos presupuestarios vía menor recaudación de Impuestos complicará la sostenibilidad fiscal.

El déficit inicial aprobado por la Asamblea Nacional para 2023 fue de USD 2.653 millones. Las recientes estimaciones de Finanzas para el Déficit Fiscal lo ubican en menos de USD 1.900 millones. Queda la duda de si esas cifras consideran o no la nueva reforma tributaria. Independiente de lo anterior, la subejecución y el ajuste seguirán, y, supongo que en el FMI, a estas alturas ya no extrañan a Cueva.