Columnas

La deuda cara

Tan importante como el tamaño, es el costo del endeudamiento público’.

Igual que en una familia, el Estado toma deuda para gastar más allá de lo que su ingreso le permite y lo responsable es hacerlo respetando su capacidad de pago para poder regresar por más si las circunstancias así lo demandan en el futuro.

En el año 2006 la deuda pública representó 29 % del PIB y para el año 2016 superó el 38 %. Al finalizar el año 2021, el total de la deuda pública superaba los USD 72.500 millones (M) y representó 68,5 % frente al PIB (USD 106.166M). Sin duda, tanto en dólares como en tamaño relativo dentro de la economía, el endeudamiento público alcanzó niveles no vistos recientemente. De 1990 a 2000 el promedio de deuda a PIB fue de 68,3 %

La metodología para medir el endeudamiento ha cambiado en los últimos años, ahora los atrasos son registrados como deuda tal, como lo determinaba siempre la normativa que no se cumplía, y también es deuda aquella de corto plazo conocida como Cetes (certificados de tesorería). La comparación es compleja pero no cambia la realidad. Estamos sobreendeudados como país y nos encontramos dentro de un plan que debe ubicar la deuda frente al PIB por debajo del techo legal de 40 % a partir del año 2032.

Tan importante como el tamaño es el costo del endeudamiento público. En el año 2006 el costo promedio ponderado de la deuda pública era 6,9 % (7,1 % la externa y 6,1 % la interna). En el 2016 el costo fue 5,9 % (6 % la externa y 5,8 % la interna) y para fines de 2021 se ubica en 3,9 % (3,1% la externa y 6,4 % la interna).

El costo financiero de la deuda externa ha tenido un importante alivio para las cuentas fiscales, principalmente por la última renegociación de cerca de USD 16.000M de bonos cuyos intereses se redujeron drásticamente, y también por la mayor presencia de multilaterales que, además de otorgar financiamiento a largo plazo, su costo promedio está en 1,9 %.

Otra historia es la deuda con China, que al mes de julio de este año suma USD 4.128M y el costo promedio ponderado es de 5,9 % a pesar de contar con un mecanismo de venta de petróleo que le asegura la recuperación de sus recursos. La deuda externa con costo superior al 6 % suma USD 3.868M y de ellos USD 2.755M corresponden a China.

El tamaño de la deuda y el costo financiero al juntarse se reflejan en el pago de interés. En 2006 se pagaban USD 942M por intereses, para el 2016 subieron a USD 1.938M y en 2021 fueron USD 1.950M. El pago de intereses frente al tamaño de la economía en el 2006 que representó 2 % del PIB, pasó a 1,9 % en 2016 y llega a 1,8% en 2021 por la mejora lograda en última renegociación.

A pesar del gran tamaño de la deuda, esta no ha ejercido mayor presión fiscal en últimos años tanto por la baja de su tasa de interés, como por el menor peso frente al PIB. Lo complejo es el futuro. Las tasas de interés para los bonos de deuda externa irán subiendo gradualmente en los siguientes años, se requerirán fuentes de financiamiento diferentes y si fueran bonos, su costo se ubicaría sobre el 15 %, que los hace inviables como alternativa, hasta que se vayan aclarando las principales dudas relacionadas con el deseo de pagar los vencimientos a partir de 2025 y qué tan ordenadas se manejarán las finanzas públicas. Que no se vayan muy lejos los chinos.