Elimine esa tabla, presidente Lasso

Que nuestros jóvenes lleven entre sus útiles escolares, en mochilas o en maletines, droga para usarla en esos lugares sin que nadie tenga autoridad para impedirlo o prohibirlo’.
Una de las cosas graves y sin explicación ni justificación es la que cometió el gobierno de la “década ganada” cuando puso en vigencia en 2013 la tabla de consuno mínimo de drogas y sustancias estupefacientes, por la que nuestra juventud y niñez entraron abiertamente en el consumo de drogas, de manera perjudicial para su futuro y el de la patria. Esta absurda tabla lo que ha hecho es aumentar el macrotráfico de droga en cantidades alarmantes, y que estas, en mínimas cantidades, se consuman pública y abiertamente en calles, plazas, escuelas y colegios; que nuestros jóvenes lleven entre sus útiles escolares, en mochilas o maletines, droga para usarla en esos lugares sin que nadie tenga autoridad para impedirlo o prohibirlo. Los resultados son nefastos: niños y jóvenes inutilizados por la droga, carne de cañón para que traficantes de droga formen la narcocracia y los utilicen para cometer delitos y formar parte del crimen organizado que tiene al país en condiciones de angustia y desesperación. Nadie se explica cuáles fueron los móviles que empujaron a tomar esta decisión y a poner en vigencia la famosa tabla; por qué razones se determinaron ciertas cantidades “pequeñas”, cuando era de esperarse que aumentarían poco a poco, en beneficio de los traficantes de droga. Frente esta situación que se agrava día a día hay sectores respetables del país, como el Frente Parlamentario Anticorrupción, conformado por legisladores, que se ha dirigido mediante comunicaciones oficiales al presidente de la República, solicitándole que implemente una política pública de salud para prevenir, controlar y erradicar el consuma de drogas. Para ello se demanda de forma urgente que se elimine la tabla mínima de consumo vigente. Asimismo le plantea que se incrementen los recursos económicos para que el Estado dé atención oportuna que permita luchar contra la corrupción y la inseguridad, que son alentadas y empujadas por el uso de drogas. Le manifiestan que la eliminación de esta tabla está en sus manos, razón por la que no cabe otra alternativa que de manera inmediata acepte este justo requerimiento de la sociedad ecuatoriana y disponga su eliminación. Desde esta columna solicitamos al presidente Lasso que acepte esta petición que beneficia a nuestra juventud y niñez.