Víctima de secuestro exprés

Las autoridades policiales deberían rondar el sector de Jardines de la Esperanza y dar más seguridad a la ciudadanía.

Vivimos en una ciudad insegura, con un alto índice delincuencial, donde en cualquier lugar que estemos, llámese restaurante, cafetería o reunión entre amigos, estamos muy inquietos y atentos para no ser víctimas de los pelafustanes o de daño colateral, inocentemente.

Fui otra víctima del secuestro exprés. Tomé un taxi amarillo Nissan Sentra al frente de San Marino a las 9 p .m. del domingo 20 del presente mes, y el chofer pillo me dijo que no me sentara adelante por estar dañado el asiento.

Me fui atrás y me puso los seguros de los bebés en las puertas. Entonces se desvió del camino a la altura del complejo Ietel antiguo, en la Av. Francisco de Orellana. Allí se embarcaron sus compinches.

Me robaron todas mis pertenencias y me hicieron el ‘tour Play Land Park’, dando vueltas hasta marearme. También me pusieron mascarilla en los ojos, con un léxico que manejaban entre ellos, y me abandonaron en la cooperativa Juan Montalvo, en una loma.

Las autoridades policiales deberían rondar el sector de Jardines de la Esperanza y dar más seguridad a la ciudadanía.

Javier Valarezo Serrano