¡No serán otros!

Lo sucedido con nuestro país es también nuestra responsabilidad, por haber sido -por obvias razones- renuentes a participar en política...

Seremos nosotros, los que de verdad amamos a nuestro hermoso y abatido país, quienes debamos retomar la República, fundada tras heroicas batallas, herencia legítima de nuestros ancestros, llevada en los últimos tiempos al límite que señala la inviabilidad o Estado fallido. El recinto legislativo se ha convertido en “plaza de mercaderes”. Nuestra patria no les pertenece, es de quienes trabajamos para engrandecerla y luchamos por la integridad de su territorio y patrimonio. Los “políticos” se alejan cada vez más del concepto de Política: “Ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados”. Por esto el rumbo equivocado, la ceguera colectiva por “el efecto espectador, fenómeno psicológico por el cual es menos probable que alguien intervenga en una situación de emergencia cuando hay más personas que cuando está solo”. Por esto la permanente arremetida de los actores de la “politiquería populista”, que ha generado desastrosos actos terroristas, monstruosa corrupción, sistemático atraco a fondos públicos, flagrante impunidad, desenfrenado endeudamiento interno y externo, sociedad dividida, resquebrajamiento de la ética y moral ciudadanas, pobreza, desesperanza, etc.; situación que se agudiza por el flagelo de la otra pandemia, tremendamente más letal (si la comparamos con la correísta). Lo sucedido con nuestro país es también nuestra responsabilidad, por haber sido -por obvias razones- renuentes a participar en política, pero estamos a tiempo de hacerlo: empecemos por exigir de los candidatos (no de los “chimbadores”): propuestas de planes y programas de gobierno reales y ejecutables para recuperar los dineros sustraídos que servirían para el pago de la deuda interna y externa, y que aliviaría el financiamiento de la producción, el trabajo, salud pública, educación y bienestar colectivo.

Leonardo Cueva Piedra