Rumbo a la cámara de gases

Hoy se pretende recuperar el tiempo perdido enviando a los docentes y estudiantes hacia una cámara de gases infestada en la que todo cautivo está inerme

Hace escaso tiempo y, posiblemente en el afán de cambiar ciertas estructuras que ayudarían a la permanencia en el poder político de la nación a ciertos entusiastas turbulentos, se apreciaron logogrifos que, lejos de favorecer a la educación de las mayorías, fue creando un proletariado profesional con titulados sin esperanza de ubicación laboral. La escuela ha sido manipulada desde entonces por adoctrinadores, quienes se enquistaron en todos los niveles sin siquiera haber cursado un bachillerato en un normal o en una de las facultades de formación de enseñadores que existen en la patria. Para colmo de los colmos se sumó la pandemia con sus desastrosas secuelas. Hoy se pretende recuperar el tiempo perdido enviando a los docentes y estudiantes hacia una cámara de gases infestada en la que todo cautivo está inerme, mientras en sus apoltronados bufetes los mandamases dictan sus criterios sin escuchar otras razones que no sean las propias. El envanecimiento por el posgrado, otra herencia difícil de digerir, por su obcecación hacia quien no la ha podido pagar, ha convencido a los favorecidos del juego democrático que más importante es el cartón obtenido de cualquier modo, que los años que brinda el trabajo traducido en experiencia. Se debe corregir a tiempo, de lo contrario: ¡así no se hace patria! 

Ricardo López González