Reunir a la familia

Reunir a la familia es una experiencia mágica llena de remembranzas, anécdotas, llantos de felicidad, risas y de conciencias sucias. Aprovechando el onomástico de mi sobrino, y su nieto la convalecencia de mi madre con su enfermedad del olvido, Alzheimer, se me ocurrió la fantástica idea de plasmar el reencuentro familiar en Montañita, pues muchos parientes habitan en la playa. Y así aprovechar para ver a la abuela, tía, y no esperar que llegue el boleto de su viaje y luego lamentarse el “después lo hago”. Reunir a la familia con sus nuevas generaciones es motivo de satisfacción al conocerla. Quien no demuestra lo que siente corre el riesgo de perder lo que quiere. La vida es corta, la historia larga y la factura llega tarde o temprano.

Javier Valarezo Serrano