Psicoterapia y salud mental

Como los trastornos mentales o patologías emocionales conductuales en sus estadios iniciales no presentan necesariamente síntomas somáticos, dependiendo del cuadro clínico y de la persona, se ha tendido a minimizar la importancia de la salud mental, incrementándose el malestar conforme evoluciona el paciente. Según la OMS, la salud mental es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y hacer una contribución a su comunidad. Por el confinamiento en pandemia se agravaron situaciones que venían fraguándose desde antes: problemas de depresión y ansiedad se cronificaron; conflictos familiares/de pareja se agudizaron; neurosis se incrementaron; aumentó el abuso de sustancias adictivas. Quienes padecen estas problemáticas ven su situación como de poca/escasa solución, evidente error. La Psicología Clínica en los últimos tiempos ha avanzado notoriamente. La terapia cognitiva conductual ha evolucionado y hoy tenemos terapias de primera, segunda y tercera generación, cada una con sus técnicas (frecuentemente revisadas para determinar su fiabilidad científica) y formas de terapia que el clínico aplicará según las necesidades del paciente. En nuestro país aún mantenemos mitos sobre la visita a profesionales de la Psicología Clínica, que impiden mejorar la calidad de vida, relaciones interpersonales y autoconcepto.

Wladimir A. Ruiz Solórzano