Al próximo gobierno municipal de Guayaquil

El actual José Joaquín de Olmedo debe quedar donde está para vuelos locales, a más de estratégico y militar

Guayaquil es ya una gran ciudad por un lado y grande por su extensión territorial. Las necesidades ciudadanas, como en toda ciudad grande, son similares. Para vivir aquí se necesitan cinco cosas básicas: carro, celular, trabajo, tarjeta bancaria, casa y familia. Lo anterior debemos considerarlo siempre como lo más elemental de una sociedad. Si no fuera así, ¿de qué entonces estaríamos hablando? Si se planifica un complejo habitacional estamos pensando en una vivienda digna, no en tugurios. Si pensamos en un ambiente limpio, debemos descartar olores pestilentes o permisibles. La ciudad de Guayaquil, de crecimiento exponencial, hoy tiene 3 millones de habitantes y 600 mil automotores; en 20 años más tendrá unos 6 millones de habitantes y unos 2 millones de automotores. Me pregunto, ¿dónde se va a ubicar a esta gente y a tanto carros? Al paso que vamos, con tanta farra y con tanto menosprecio y mezquindad por parte de los gobiernos seccionales y del Gobierno central al pueblo de Guayaquil, no tiene un futuro halagador. Por supuesto, en un futuro Guayaquil necesitará un nuevo aeropuerto, y hay que planificar dónde se lo debe ubicar. Nunca en Daular. ¿Acaso no hay en Guayaquil inteligencia suficiente para pensar así y planificar como corresponde? Sino vean ustedes la Aerovía. El actual José Joaquín de Olmedo debe quedar donde está para vuelos locales, a más de estratégico y militar.

Jorge Morán Mosquera