El problema no es político, sino de sensibilidad y eficiencia

Así nos convertimos en un pobre país sin recursos, sin nombre y con otro Gobierno débil e incapaz...

En este desafortunado país nunca se ha visto lo que actualmente estamos pasando y, asimismo, es la primera vez que no podemos echar la culpa a nuestro débil Gobierno.

Debemos considerar que hay que poner el hombro para por lo menos tratar de paliar un poco el caos, especialmente económico que se vive, ya que consideramos que muchos ecuatorianos y, sobre todo, los que viven en los barrios marginales, no tienen en realidad capacidad para pagar la alimentación de sus familiares, ya que la mayoría de ellos no trabaja formalmente o gana un salario mínimo que sabemos no puede cubrir los gastos de una familia.

Pero para poder analizar en realidad lo anteriormente expuesto podemos ver que algunos ecuatorianos parecen no entender que el estado actual no tiene un origen político. En las redes sociales hay una falta total de solidaridad por parte de partidarios de un régimen fracasado que destrozó este país.

Se gastó el dinero del pueblo, incluyendo el que no debía tocarse, ya que estaba destinado a emergencias. En toda la historia republicana, jamás pensamos que la ansiedad del poder y los complejos personales terminarían despojándonos de nuestro patrimonio.

Así nos convertimos en un pobre país sin recursos, sin nombre y con otro Gobierno débil e incapaz, que a pesar de múltiples consejos sigue utilizando a gente del Gobierno anterior que carece de capacidad.

Ing. Edgar Diminich M.