La patria clama justicia

La patria sigue amenazada. Se encuentra sobre terreno movedizo. La afirmación de los miembros de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas de realizar movilizaciones si los acuerdos y leyes no se hacen a su medida suena a chantaje. No debemos permitirlo. ¿Quién ha dicho que a la verdad y a la justicia se le imponen condiciones o se la negocia para obtener réditos? La verdad no es de quienes luchan en mayoría, sino de los que luchan por la verdad que ansían. La justicia es el clamor de todo ciudadano, pero esto no significa que puede actuar al arbitrio de sus pasiones y libre de ataduras que invaliden sus acciones. Nada de ilegalidad debe haber en los compromisos firmados, ni vericuetos legales, ni canonjías. Sobre la mesa de diálogo deben brillar la integridad y el patriotismo para que el país no perezca en el oscurantismo. No es más hombre el que incendia con la llama sino quien brilla con su mente y la proclama. La patria clama justicia y exige a todos que sembremos una paz basada en los Diez Mandamientos del Amor de Dios, bajo juramento, pues somos Consagrados a los Sagrados Corazones de Jesús y María. Guayaquil, corazón de Ecuador, se yergue altiva y soberana; no acepta humillación, terrorismo ni centralismo. ¡La antorcha del patriotismo la llevamos en nuestro ser, es nuestra esencia; nos enorgullecemos de poseerla!

Myrna Jurado de Cobo