Pandemia. Versión II

Eso no puede tomar tanto tiempo, pues hay pacientes con enfermedades catastróficas que no pueden esperar

Nuevamente la viveza criolla salió a flote. Como que estaba en un letargo silencioso. Ahora que los que hicieron negociados con los medicamentos están en la cárcel, se creía que no iba a haber más especulaciones con el stock y los precios de las medicinas, pero se divisa de forma lamentable nuevamente la pandemia en el firmamento producto de la indisciplina de la gente. Primero el largo feriado de noviembre, luego Navidad y fin de año. Por las imágenes que se vieron por TV y que redes sociales difundieron, la gente creyó que la pandemia ya se había ido de forma definitiva, mas ha regresado con otros nombres, menos letal que las anteriores, afectando a vacunados y no vacunados e incluso a niños, lo que antes no se veía. No hay medicinas en las distribuidoras farmacéuticas de Guayaquil. Están escasas y otras ya no hay en stock, principalmente las derivadas de paracetamol. Esto parece como ir al estadio los domingos. No hay boletos en las ventanillas, pero sí en manos de los revendedores. Afuera de las distribuidoras farmacéuticas están los medicamentos que hacen falta; los vendedores ambulantes sí los tienen, pero a mayor precio. Y esto pasa, en presencia de las autoridades de control. Yo voy de forma permanente a estos lugares porque no recibo mis medicamentos completos en el IESS, y los necesito de forma mensual. La ministra de Salud dice en televisión que sí hay medicamentos, pero están en alguna bodega en espera de ser inventariados, ingresados en el sistema y luego entregados al afiliado. Eso no puede tomar tanto tiempo, pues hay pacientes con enfermedades catastróficas que no pueden esperar.

Roberto Flores