Ojalá que aún podamos soñar

Quisiera pensar que el 11 de abril cada ecuatoriano asumirá con raciocinio y esperanza su cuota de responsabilidad al elegir a nuestro gobernante, quien deberá sacar adelante nuestra nación; que el día después de las elecciones nos esforzaremos por crecer como individuos y como sociedad; que todo este proceso será fértil y marcará un renacer, no el principio del fin; que quien salga electo sane heridas y abra la puerta de la conciliación; y quien no salga favorecido extienda la mano sin mezquindad y ofrezca ayudar a reconstruir al país; que cada ecuatoriano defienda con celo, pero sin violencia, la democracia y sus instituciones, aunque el resultado electoral no sea el que esperaba.

Mario Vargas