Cartas de lectores

En nuestra ciudad de Guayaquil pasan muchas cosas que no entendemos

En Guayaquil tenemos muchas calles, veredas, etc. dañadas con pretexto del invierno, sin embargo el Municipio se “preocupa” primero de hacer cosas innecesarias, que no arreglan nada pero dan una vista de que se están haciendo obras, como a la subida a Lomas de Urdesa, por el Policentro, donde existía una calle de 2 vías que durante la alcaldía anterior se cambió a una sola, construyendo en la parte superior, hacia la calle Olmos, una isla de concreto que obliga a los residentes a dar una enorme vuelta a la bajada, haciendo dos vueltas para llegar a la calle Sexta y seguir hacia el este. Ahora, en lugar de arreglar esa calle de subida y la vuelta a la calle Olmos, que sigue recta para bajar por la ciudadela Portón de las Lomas, se colocaron rompevelocidades de color naranja, en una calle que nunca se circula a velocidad. Al pasar los carros, como son varias juntas, en algunos casos el ruido no permite a los habitantes de esa calle dormir tranquilos; y en la única bajada a la izquierda, por la calle Panorama, donde está una garita, hay un solar mal cerrado donde parquean carros en las noches. Es un desagradable espectáculo por la maleza que no ha sido cortada en mucho tiempo, y hay animales y bichos. Si nos vamos a preocupar de Guayaquil, hagámoslo en serio, sin shows innecesarios que perjudican el ambiente, a los moradores y dan mucho qué decir de la actuación municipal. En lugar de obras innecesarias, resolver los verdaderos problemas del sector.

Ing. Édgar Diminich M.