El verdadero núcleo del problema

Es cierto que el pago a los burócratas se incrementó de unos $ 3,6 MM a $ 10 MM anuales, y que esto es una enorme carga a la caja fiscal. Es cierto que existen muchos cargos repetidos y una gran masa de improductivos, y no me refiero a los profesionales de la educación y la salud, objetivo central de un Estado. Es cierto que existe mucha tela que cortar para reducir la brecha fiscal. Pero creo que el problema principal es otro: los encargados de los diferentes departamentos estatales (ministerios, empresas estatales, hospitales, universidades, oficinas públicas) no se conmueven, ni compadecen de la situación de iliquidez del país y siguen sin optimizar las compras y gastos públicos. Por ej., si un ente público requiere 5 computadoras, cada una de las cuales cuesta $ 3.500 (la más barata de tres oferentes), entonces adquirimos dos, en vez de buscar cinco de $ 1.200. ¿Cuánto se gasta en mantenimiento en las universidades? ¿Se han dado una vuelta para observar la situación física de los edificios? ¿Será verdad que hace falta más dinero? El Gobierno recorta presupuestos y los encargados afectan los servicios que presta su entidad sin mover un dedo en optimizar gastos. Ahora con el recorte de fondos a las universidades, están dando largas al ingreso de nuevos estudiantes (con el pretexto del COVID y el presupuesto); sería bueno conocer el detalle de todos los gastos en que incurren; quizá pudieran mejorar aquellos de mantenimiento de aires acondicionados, servicio de comedor, útiles de oficina, etc.; en vez de pagar $ 1 por una pluma, conseguirla en 50 cts.

David E. Ricaurte Vélez