Cartas de lectores

“Me niego a pensar que aquellos
nos representan”

Me niego a creer que somos una nación impávida, sin nuevos liderazgos ni propuestas verdaderas.

En lo económico y político estamos en una situación extremadamente crítica, por el doble discurso a que nos acostumbraron los políticos de siempre. La ciudadanía es espectadora incrédula, que no sale del estupor que producen el descaro y falta de empatía de la mayoría de la clase política con la realidad de la población ecuatoriana. En ocasiones se estremece, en otras reacciona bruscamente, sin ideas claras sobre lo que le espera. Otros ceden a la frustración que se convierte en parálisis o quizá por simple hastío. El país ha mostrado su cara más dura, su atraso, por la actitud de quienes deben velar por nosotros y que en claro retroceso han aprobado en la Asamblea, con el mayor descaro, el voto en plancha, con intención de beneficiar a sus parcelas políticas, negándonos el poder escoger entre listas a los candidatos idóneos. Me desagrada saber que la imagen de la nación esté depositada en ellos y no en los millones de ecuatorianos que luchamos día a día por construir un mejor país. En este terruño, tan manchado de corrupción e impunidad y salpicado por la violencia social, discriminación y desempleo, también hay gente con resiliencia a prueba de fuego. He visto gente luchando por sus emprendimientos, por la igualdad de género, por construir un país donde sea posible soñar y crecer. Me niego a creer que somos una nación impávida, sin nuevos liderazgos ni propuestas verdaderas. ¡Recuperar la confianza no fácil, pero sí indispensable!

Ec. Mario Vargas O.