Cartas de lectores

Inclusión o protagonismo

Uno de los objetivos del milenio es reducir la desigualdad y muchos organismos, instituciones, países y empresas han impulsado campañas inclusivas con especial énfasis en la comunidad que se identifica como GLBT (sin entrar en detalles de más denominaciones relacionadas). Mucho se dice del “interés económico” que hay detrás de estas iniciativas (se afirma que las parejas del mismo sexo generan ingresos superiores a las heterosexuales). Pero más allá de si todo se vale o no para la rentabilidad de las empresas, me pregunto por qué la inclusión efectivamente ejecutada (o con la suficiente presión) es altamente evidente solo en ese caso. ¿Qué pasa con las personas con diferencias físicas, intelectuales, etarias, sociales? ¿Por qué mercados económicamente interesantes como los mayores de 50 años no reciben campañas masivas de productos a la medida? ¿Por qué la promoción de espacios de diversión, formación, ocio, estudio y trabajo para personas con discapacidad sigue muy lejos de los niveles que se le han otorgado a las comunidades con identidad de género alternativa? Me pregunto cuál es la vara que determina qué tipo de inclusión urge más y por qué el concepto parece haber sido secuestrado por unos pocos, mientras muchísimos otros siguen esperando el espacio y las oportunidades que por derecho merecen en la sociedad.

Ms. Paula Pettinelli Gallardo