Hay diferencia entre “hacer el favor” y brindar servicio

Fui con una amiga a una empresa de tarjetas de crédito de renombre internacional. Según las ordenanzas de funcionamiento, todo local de atención al público debe tener baños para uso de sus clientes. Siendo la evacuación de los esfínteres algo que no puede delegarse a otra persona, mi amiga solicitó el uso de baños; consultó su ubicación al joven del ‘counter’ de información, quien le dijo que estaban en el fondo del pasillo. Ella fue allá, los ubicó pero la puerta estaba cerrada y solo abría con tarjeta inteligente. Ella contactó con uno de los ejecutivos de atención al cliente y le preguntó quién abre los baños y este le respondió: el guardia de seguridad.

Resultaba ilógico que el guardia de seguridad abandone su sitio de trabajo, esto es, la custodia de la puerta, para abrir la puerta de los baños, pero en fin, todo pasa en la viña del Señor. Mi amiga preguntó al guardia ubicado a la entrada y él le solicitó al joven del ‘counter’, quien fue la primera persona que mi amiga contactó en ese menester, que abra el baño con la tarjeta que colgaba de su cuello. Este señor al verse evidenciado delegó la acción a su compañero con la frase: ábrele tú, no es mi mujer para hacerle favor.

Hay diferencia entre “hacer el favor” y “brindar servicio”. Y después se asombran por pérdida de clientes.

Ec. Marysol del Castillo