Guayaquil y el uso de motos

No esperemos a que haya desgracias que lamentar

En el país hay total incultura vial, todos queremos hacer lo que nos da la gana. Y este irrespeto a las leyes de tránsito causa muchos accidentes que enlutan a hogares ecuatorianos. En esta problemática está el ciclismo. Hay tres tipos de ciclistas: los que van a trabajar en este medio de transporte, para quienes debe haber un sitio especial de movilidad que sea seguro. Ellos deberían obedecer lo que dice la ley, pero es un grupo muy pequeño aún, que no utiliza las pocas ciclovías que existen. Segundo, los ciclistas paseadores, un tanto numerosos. Salen en grupo, parejas o individualmente, en la noche o el día, incumpliendo muchas normas. Van por las aceras, en contravía, se pasan semáforos en rojo, cruzándose de carriles o en medio de los carros. Son un gran peligro para los choferes y nadie les llama la atención. Y por último, los ciclistas deportistas, que salen en las mañanas y fines de semana sin los cuidados respectivos. Para ellos deben construir ciclódromos en lugares como el parque Samanes. Y un problema que se está agudizando es el de las motonetas eléctricas. Solo en la Bahía se venden de 10 a 20 diarias. Sus usuarios van sin casco, por las aceras, en contravía, cruzan semáforos en rojo, obstaculizan la libre circulación de transeúntes y vehículos, sin placas ni matrícula. Me dicen que no hay ninguna ley o reglamento que norme su uso y por eso no pueden sancionarlos. La ANT debe reglamentar su circulación. No esperemos a que haya desgracias que lamentar.

Ab. Rodrigo Herrera Cañar