No es la Gran Manzana, ¿o sí?
Y sí, le dije pueblo a Guayaquil, porque seamos sinceros, todo el mundo se conoce aquí
Conversando con amigas líderes en sus áreas de trabajo, me llamó la atención lo complicado que se les hace tener una relación sentimental.
Esto me hizo pensar cuán difícil es para una mujer heterosexual conseguir una pareja que se alinee a ellas.
Y es que profundizando un poco más en el tema, me he dado cuenta de que la sociedad guayaquileña (por no decir ecuatoriana) está viviendo una transformación grande de mentalidad. Tenemos hombres que quieren una mujer independiente, segura, exitosa, abierta a nuevas cosas, que acepte “vacilar” sin compromiso, pero en la práctica sienten la necesidad de ser los protectores, e intentan involucrarlas en su vida como novias, sin hacerlo oficial.
O tenemos el otro lado, mujeres independientes que muy en el fondo buscan hombres que las dominen, pero solo en el fondo, porque cuando lo hacen huyen porque no quieren perder su independencia.
Y en eso anda Guayaquil; entre inseguridad y falta de trabajo, tenemos personas de clase media que intentan tener la vida de una gran ciudad, sin quitarse los complejos de un pueblo.
Y sí, le dije pueblo a Guayaquil, porque seamos sinceros, todo el mundo se conoce aquí.
Erick Ruiz