Es más ‘fancy, fashion o cool’ utilizar anglicismos

Evitemos usarlos, nuestro idioma es tan rico que es innecesario emplearlos. Enseñemos a querer lo nuestro.

Sin darnos cuenta, cada vez se suman más palabras en inglés a nuestro vocabulario, especialmente en el de los jóvenes. Prueba de ello es la cantidad de anglicismos que utilizamos en nuestras platicas diarias. Está de moda: ¡No me hagas spoiler! (no me cuentes el final). Pertenezco al fandom (grupo de seguidores o fanáticos) de Harry Potter. Únete al nuevo challenge (reto) de Tik ToK. Mi crush (amor imposible) me invitó a salir. Déjeme sus comentarios por inbox (enviar mensaje por interno-privado). Revisa el spam (correo no deseado). Está haciendo zapping (cambiando de canal). Y ni qué hablar de las generaciones donde estamos encasillados los baby boomers (nacidos entre 1946-1975); millennials (1981 a 1996) y centennials (1996 - 2012). También han ganado espacio los acrónimos, siglas y abreviaturas en inglés. Es común ver grafías como: OMG (Oh my God), ¡Ay mi Dios!; TTYL (Talk to you later), hablamos luego; Xoxo (huges and Kisses), besos y abrazos; BRB (Be right back), vuelvo pronto; FYI (For your information), para su información; ASAP (As soon as possible), cuanto antes, en correo electrónico o en WhatsApp. El internet y las redes sociales han contribuido con este fenómeno pero, ¿por qué no usamos nuestro idioma?, ¿Es más fancy (elegante), fashion (a la moda) o to be cool (estar en onda) utilizar anglicismos? Evitemos usarlos, nuestro idioma es tan rico que es innecesario emplearlos. Enseñemos a querer lo nuestro.

Jessica Orrala Delgado