Ya no existe la palabra tranquilidad
Solo podemos decir en los actuales momentos que Dios guarde y proteja al Ecuador
Tranquilidad es una palabra que debido a los momentos que estamos viviendo ya no se usa en todo al mundo. Al Ecuador, país relativamente pequeño y desordenado, debido a la ambición y hasta podríamos decir maldad de gobiernos anteriores le han caído una serie de problemas naturales y otros que por nuestro propio comportamiento no nos han permitido avanzar: una pandemia inesperada para lo cual no estábamos preparados. Vinieron después las lluvias que ocasionaron deslaves y cortes de carretera que fueron construidas sin las debidas precauciones y sin aplicación de técnicas apropiadas, dejando incomunicada a gran parte del país, en especial de la sierra. Después la guerra de Rusia contra Ucrania, por lo cual algunos países del mundo han blindado sus comercios, causando gran perjuicio económico a exportadores de banano, flores, cacao y otros productos que no los pueden exportar por los problemas de pago con la banca internacional. Por lógica pensamos que nadie tiene la culpa en particular, sí podemos sin embargo hacer una reflexión en lo que, a nuestro país, así como a sus habitantes no les concierne y esta vez en la calidad de nuestro gobernante (lo cual quedará escrito en la historia), para que se enteren nuestros descendientes el porqué del puesto que ocupamos en general en el mundo. Salimos de dos gobiernos que duraron 14 años en los que imperaron la maldad, el soborno y el deseo de elevar su propio ego, sin importar el provenir de su patria. Un nuevo gobierno se adueñó del país como si fuera el único juguete que le faltaba para cumplir sus caprichos y cuyos resultados también los estamos sufriendo.
Solo podemos decir en los actuales momentos que Dios guarde y proteja al Ecuador.
Ing. Édgar Diminich M.