¡El Ecuador no aguanta más!

Los que quieren votar, tendrán elecciones y votarán, y seguiremos tal como estamos, rumbo al abismo.

Ya comienzan las voces agoreras y expertas en estadísticas e historia a hablar de los próximos candidatos. ¿Qué va a hacer el nuevo gobierno? Lo que otros han hecho: robos, corrupción, asaltos, crímenes, etc. Seguiremos rumbo al despeñadero, sea el gobierno que sea. Paremos un momento y veamos con calma y meditando lo vivido: ¿qué debemos hacer para que nuestro país salga adelante? Todos lo sabemos: necesitamos una nueva Constitución (hay que botar la existente) y con ello cambiar las leyes que regulan el crimen, el robo, las drogas, la ley de contratación pública, la de elecciones, de educación, las leyes del sistema financiero, en fin, todo lo concerniente a la marcha del Estado, y que hoy, en su totalidad, son usadas para el saqueo. Las elecciones son en casi 6 meses y este tiempo no nos alcanza para arreglar tantas cosas chuecas. Por qué no pensar en una junta de notables nombrada e integrada por hombres de talla moral intachable y de capacidad inmejorable, que sí existen, y que sean ellos los que nombren un gobierno provisional que dirija al Ecuador durante un año, prepare normas y leyes, y al finalizar su labor llame a elecciones con las reglas claras para ahí sí elegir a los nuevos responsables de dirigir el Estado. La historia señala que los gobiernos de notables fueron siempre muy buenos. Candidatos que cumplan con perfiles y currículos de calidad, técnica y moralmente, con un pasado limpio, que presenten como requisito su equipo: quiénes serían sus ministros, sus asesores, etc. Paremos esta marcha irracional que avanza despavorida, barriendo con toda la riqueza del Estado y sembrando el amor a la corrupción en todos nuestros jóvenes. Los que quieren votar, tendrán elecciones y votarán, y seguiremos tal como estamos, rumbo al abismo.

Jorge Barros Sempértegui