¿Quién nos devolverá los dineros robados?

La Revolución Siglo XXI trajo a Latinoamérica la pandemia de la corrupción, que se extendió y se institucionalizó con tato éxito en los gobiernos populistas de Venezuela, Argentina, Brasil, Bolivia, Nicaragua.

Y en el Ecuador nos dejó, corregido y aumentado, el virus de la corrupción llamado correísmo, que en un comienzo se sirvió de gente buena y honesta que creyó en él y luego se deshizo de ellos.

Entronizado Correa con todos los poderes y rodeado de asesores y colaboradores, que con decretos de emergencias amañados o sin ellos, comenzaron a atracar los fondos públicos del pueblo ecuatoriano durante todos sus diez años de gobierno y dejando, además, hipotecado el futuro del país por más de 20 años con préstamos usureros con firmas chinas y tailandesas.

Para nuestra desgracia, se fue Correa y heredamos a Moreno, por supuesto con el ‘correavirus’ incluido en todas las esferas del gobierno. Son, entonces, ya trece años que tenemos enquistada la corrupción.

Es una lástima que no haya una vacuna para este virus y que ni siquiera mate al corrupto, por lo que estamos destinados a vivir con esta pandemia. En todos los gobiernos que hemos tenido a lo largo de nuestra vida republicana, ella se ha presentado y convivido moderadamente, pero jamás nadie se imaginó que llegara a las descomunales proporciones a la que llegó en la época de Correa.

Mientras esto sucedía, ¿dónde estaban y qué hacían las instituciones del Estado encargadas de defender y velar por los intereses del pueblo ecuatoriano? Nada. Solo la prensa libre, periodistas independientes y valientes, medios televisivos, al igual que unos pocos asambleístas y políticos independientes, reclamaban los innumerables atropellos.

Con Lenín Moreno seguimos en las mismas. Nada hizo para recuperar los miles de millones de dólares que se dilapidó y robaron en los diez años del gobierno de Correa del que él fue parte. Y nada hará en los pocos meses que le faltan para que concluya su mandato.

Dr. Jorge Luis Rojas Silva