La crisis social del Ecuador

Los gobiernos de turno han tenido una deuda social que por años no han afrontado y ha quedado en el discurso social y de ideologías

Es paradójico que seamos un país pobre y rico en recursos, y no poder desarrollarnos económica y socialmente. La pobreza, enfermedad social crónica, afecta a los grupos más vulnerables y de atención prioritaria. Los gobiernos de turno han tenido una deuda social que por años no han afrontado y ha quedado en el discurso social y de ideologías, sin resultados reales. La población en situación de pobreza pasó a 4,5 millones y la de pobreza extrema a 1,9 millones. En porcentajes, la pobreza a nivel nacional se estimó en 25% y la extrema en 10,7 %; en la zona urbana alcanzó 16,7 % y la pobreza extrema 5,2 %, y en la zona rural la pobreza se estimó en 42,9 % y la extrema en 22,7 %, según el INEC. Los valores han decrecido en comparación a otros años, pero no reflejan la realidad; ello nos plantea revisar desde lo estructural y no desde las coyunturas. Estas condiciones se evalúan a través del índice de pobreza multidimensional (IPM) que mide educación, trabajo, seguridad social, salud, agua, alimentación, hábitat y ambiente sano, con perspectiva de género; esta tasa ha alcanzado la línea de 33,3 % y la tasa de pobreza extrema multifuncional la línea del 50 % a nivel nacional, según el INEC en los últimos años. Es menester crear políticas públicas con objetivo común en el cumplimiento efectivo de los derechos de la población en pobreza y marginalidad, y replantear un modelo de desarrollo desde las víctimas, no desde quienes ostentan el poder y se benefician de él.

Vicente Mera Molina