¿Quién controla la venta de agroquímicos y pesticidas?

Tras muchos meses de estar impedido de viajar por la pandemia, regresé a mi añorado mágico valle del río Portoviejo. En el trayecto del viaje desde Guayaquil me percaté de una empresa multinacional dedicada a la producción y venta de agroquímicos, fertilizantes, pesticidas e insecticidas. Estando en el lugar, para recordar mi niñez en el valle junto a los dos ríos cercanos, Río Viejo y Bachillero, decidí caminar y adentrarme en los sembríos de arroz y predios llenos de árboles de mango, tamarindo y guayaba. Mi sorpresa, impotencia e indignación fue grande al percatarme de la cantidad de envases plásticos, fundas y otros desperdicios relacionados al uso de esos agroquímicos y pesticidas esparcidos por las laderas de los ríos. Enseguida recordé aquel tiempo en que junto a mis hermanos, primos y amigos jugábamos en esos ríos, pescábamos con “bajío” y compartíamos los frutos que tomábamos de los árboles. Ahora esos predios están llenos de envases y desechos de esos productos químicos que están dejando, según dicen moradores, estéril la tierra; y los ríos tienen un color oscuro, olor pestilente y ya quedan pocos peces. Al preguntar a un campesino del sector por qué toda esa contaminación y destrucción de la tierra, me dijo que “nadie controla la venta y uso de esos químicos”. ¿Quién controla la venta de todos estos agroquímicos, pesticidas e insecticidas? ¿Por qué su uso indiscriminado? ¿Quién sanciona sus malos procedimientos? ¿Qué tipo de alimentos estamos ingiriendo? ¿Qué planeta dejaremos a futuras generaciones? Esto no puede continuar. Se debería reformar las leyes para prevenir y  sancionar la indiscriminada venta y uso sin control de estos químicos que tanto daño están causando a seres humanos y a la naturaleza. Las empresas que se dedican a la producción  y venta de productos como pesticidas, fertilizantes e insecticidas deberían ser obligados a reciclar envases, recipientes y fundas, o establecer un procedimiento especial para su destrucción. Ya basta de tanto daño causado a la naturaleza.   

Ab. Walter Suárez Farías