Concienciando sobre higiene vs. enfermedades

Los virus son más antiguos que la misma humanidad, sea de cada tipo, cepa o mutación. En la Antártida tenemos cientos de virus en animación suspendida esperando a que se derrita el hielo. Lo importante para el ser humano es estar bien alimentado, dormido y tener control sobre los pensamientos negativos, que bajan o deprimen el sistema inmunológico. Pero nos da pereza hasta lavarnos las manos...

En el bus se estornuda en la cabeza del que va adelante. Se debe desinfectar estos asientos, tubos y el piso, es importante contra todo virus.

La juventud no usa pañuelo, le preocupa más tener un surtido de gorras y no desprenderse del celular. Escupen en la calle con naturalidad asombrosa. Saludamos con la mano, y se toca todo tipo de manubrios, teclados; luego nos rascamos los ojos, contamos y olemos billetes. Se ponen monedas sucias en la oreja. Si una fruta va al suelo se sopla y nos la comemos. Confundimos al verter en sistemas de aguas lluvias líquidos de aguas servidas (pintura, aceite, ácido de batería). En barcos se bota el cambio de aceite, filtro, tripas al mar, o heces a falta de baño. En el parque las mascotas hacen necesidades biológicas y “nos hacemos los locos”, lo que termina secándose al sol y descomponiéndose en partículas que respiramos, ocasionando infecciones oculares, intestinales y pulmonares. Importante es hacer conciencia de la higiene para no terminar repitiendo la triste historia de la peste bubónica u otra enfermedad de fácil propagación.

Lic. Gunnar Lundh Iturralde