Cartas de lectores: Tercera edad o edad dorada
Descubra en ellos la persona que se atrevió a amar su trabajo, a su familia, a su pareja y a sus semejantes
Estamos siendo testigos de un crecimiento importante de la llamada generación de edad de oro, que sobrepasa los 70 años con muchos bríos , sueños por cumplir y energía suficiente como para vivir con intensidad sus días y cumplir metas y proyectos.
Es admirable la capacidad de gestión y los deseos de perpetuarse en el tiempo de muchos y lo útil y necesarios que se han vuelto en la familia, la sociedad y el entorno. Dice un dicho: “Atrévete a cambiar tu manera de pensar y seguramente cambiarás tu mundo”. Pues es muy cierto, hoy existen muchas opciones de vida para esta generación valiosa y aún necesaria. Necesaria para transmitir sus experiencias y enseñanzas, para servir en diferentes ámbitos a quienes los rodean, a ser ejemplo de entereza y buenas costumbres. Son un grupo de personas que crecieron bajo el amparo de valores familiares, cívicos y morales que están muy echados de menos en la actualidad y que pueden ser transmitidos a través de su ejemplo y buenas costumbres.
Dediquémosles tiempo y atención, y solo por ciertos ratos, busquemos su compañía, escuchemos sus inquietudes y deseos y tengamos presente que el valor de un ser humano no reside en sus virtudes físicas sino en las virtudes interiores que posee. Lo que es verdaderamente bello no se ve ni se toca. Descubra en ellos la persona que se atrevió a amar su trabajo, a su familia, a su pareja y a sus semejantes.
Esperanza Rendón
de González