Cartas de lectores: Promesa de Navidad

Haces el mal que te guía hacia el abismo o el bien que te conduce al cielo

Un niño ha nacido, la promesa se cumplió. Muchas cosas pasaron antes del milagro, la necesidad abrió el camino de la redención. Fue profetizado su advenimiento: las promesas de Dios son reales. La encarnación de Jesús es inexplicable para la mente del incrédulo y el escéptico, los creyentes creen en la santa concepción, allí se fue gestando el amor incondicional. El mal persigue al bien para destruirlo, no logrará detener a la fuerza de la bondad. Quienes anhelan hacer lo correcto son respaldados por la gracia de Dios. Su palabra tiene validez moral, no te exige lo que no puedes hacer; no prohíbe, da a elegir. Haces el mal que te guía hacia el abismo o el bien que te conduce al cielo. “La Navidad es el cumplimiento de una promesa; lo que Dios te dice a través de su palabra escrita es cierto”. ¿Por qué Dios cumple sus promesas? ¿Las promesas de Dios tienen validez moral y espiritual? ¿Quiénes no cumplen lo que prometen? Isaías 9:6...Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Reina-Valera. 1960.

Agustín Romero