Cartas de lectores | Una madre es paciencia, responsabilidad, comprensión y amor

Para ser madre se nace

Para ser madre se nace, es una sentencia con mucho asidero, dado que la excusa del estrés, tecnología, falta de tiempo, etc., hace que los estándares de dicha función sean muy lejanos en el cumplimiento, o que por no reconocer la falla que están cometiendo, simplemente se vuelven padres proveedores, convirtiéndolos en seres desconsiderados e irrespetuosos y que no entienden el significado del no.

A mi sobrino le regalaron dos gatos siameses el año pasado. Sarella, la gata oficial de mi sobrino, los adoptó sin problemas. Ellos vinieron sin saber usar arenero y Sarella les enseñó. Pasó el tiempo y se los esterilizó, primero fue el macho y después la hembra. Con Varis no hubo problema, pero la herida de Pituka no cicatrizó rápidamente, por ello Sarella fue su sombra en el posoperatorio, protegiéndola para que Varis no le quite el collar isabelino, no por pelea sino por juego.

Sarella fue rescatada. Cuando ella es la esterilizó no le suministraron medicina, la inocente no se podía ni parar porque el dolor la doblegaba, al extremo de que quien nos la dio dijo: “llévesela, porque ya muere”. Por esa mala práctica médica, Sarella fue nuevamente intervenida, esta vez para extraer los ovarios, pues la otra vez solo le sacaron el útero.

La Biblia en Proverbios 1:8 dice: “Oye, hijo mío la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre”. Sarella sabe lo que un corte en el abdomen significa, tal vez por ello temió que su hija Pituka sufra lo que ella padeció.

Marysol del Castillo