Cartas de lectores | La inteligencia artificial y sus riesgos en las redes sociales
La tensión entre los delitos y la libertad en un mundo impulsado por la IA generativa plantea cuestionamientos
La inteligencia artificial (IA) y su continua innovación plantean nuevos desafíos éticos y revelan el impacto que tiene su aplicación. Un ejemplo notable es el cierre de Omegle, un servicio que conectaba a usuarios de manera anónima, evidenciando los riesgos de mal uso por parte de individuos malintencionados, en especial pederastas. Su fundador expresa su resignación ante las demandas y subraya la dificultad de equilibrar la libertad con la seguridad en un mundo digital donde la IA generativa juega un papel cada vez más relevante. La preocupación no se limita al cierre de plataformas sino a la posibilidad de que la guerra contra internet continúe. Casi todas las plataformas de comunicación en línea enfrentan similares desafíos en seguridad de identidad y protección de datos. La tensión entre los delitos y la libertad en un mundo impulsado por la IA generativa plantea cuestionamientos sobre el futuro de la conectividad y la participación en línea, la libertad y la legislación acorde a los tiempos digitales que proteja nuestros derechos y libertades. A WhatsApp, que experimenta un crecimiento significativo en EE. UU. Mark Zuckerberg la visualiza como la plataforma social privada del futuro, destacando el éxito de la función ‘estados’ y explorando oportunidades de crecimiento en compras y noticias en línea. La complejidad real que existe entre IA, ética y comportamiento humano plantea nuevas interrogantes sobre conectividad en línea y plataformas sociales en un mundo cada vez más impulsado por la IA, con ventajas y riesgos.
Jorge Sanyer