Cartas de lectores: Sobre el Gabinete Ministerial

En los comicios solo deberían participar verdaderos partidos políticos

La inutilidad del gobierno del Sr. Lasso nos llevó a la elección de un presidente transitorio, que en poco más de año y medio debe afrontar problemas muy serios. La juventud del Sr. Noboa tiene que equilibrarse con honorables con experiencia. No se puede solo nombrar a gente de un pequeño círculo de conocidos y amigos inadecuados. Un presidente tiene que gobernar con personas experimentadas y de carácter, más aún si tiene poco tiempo disponible, o fracasará. Se anuncian algunos nombramientos que no dan mucha esperanza. Seguramente por desconocimiento, los presidentes improvisan ministros de Relaciones Exteriores, Gobierno y Defensa. El Gabinete Ministerial tiene que representar a la República, y no confundir RR. EE. con Turismo. Ya el Sr. Correa improvisó cancilleres y ministros de Defensa, y los Sres. Moreno y Lasso designaron a personas débiles y dóciles, y algunos legos en las materias. Antes se designaba a diplomáticos de carrera, de notable trayectoria o a personalidades políticas honorables de nivel muy alto (Alfredo Pareja Diezcanseco, Camilo Ponce Enríquez, Rogelio Valdivieso y Heinz Moeller). El presidente necesita un ministro de Gobierno de formación segura, experiencia y carácter enérgico (como Carlos Feraud Blum, Mauricio Gándara). Y un ministro de RR. EE. con muy amplia experiencia y profundo conocimiento de Derecho Internacional, negociaciones internacionales y la significación política de la gestión diplomática seria. O tendremos otro fracaso. Es muy importante que tengamos un gran ministro de Educación, cartera fundamental para el desarrollo. El mundo enfila a una conformación de bloques y a una posible y peligrosa confrontación. Si queremos ser prácticos, eficientes y respetables debemos mostrar afiliación a principios, cierto carácter rotundo, presencia respetable. El presidente debe convocar a plebiscito para reducir el tamaño de la Asamblea (reemplazarla con una Cámara de 30 diputados y un Senado de 25 respetables para aprobar tratados y enjuiciar autoridades). En los comicios solo deberían participar verdaderos partidos políticos. Si las cosas no van así, vistas las flaquezas de los bloques de la cuestionable Asamblea, iniciaremos un movimiento para fundar una nueva República, pues la Constitución de Montecristi es un esperpento que lleva a manipulaciones y confrontaciones absurdas, no un marco legal que garantice una vida política de nivel respetable.

Embajador (r) Eduardo Mora-Anda