Cartas de lectores: ¡Al final, el pueblo depositó su confianza en Daniel Noboa!

Muchas ofertas de campaña de Noboa requieren ser aprobadas por el Parlamento

Daniel Noboa Azín, candidato de Alianza Democrática Nacional, se impuso en las urnas con 52,12 % de los votos frente al 47,88 % alcanzado por Luisa González; una victoria histórica si tomamos en cuenta que es la primera vez que un candidato con 35 años de edad gana la presidencia de Ecuador. Sin embargo, ahora empieza el camino más difícil de recorrer. El presidente electo expresamente reiteró que “los problemas del país no se los va a resolver en el corto tiempo que le tocará gobernar pero que podían empezar a hacerlo si se trabaja con responsabilidad y honestidad”, y deberá gobernar un país de más de 17 millones de habitantes, donde 60 % de su población vive en pobreza y con graves carencias en seguridad, educación, salud, empleo e infraestructura. No obstante, el presidente electo ha indicado que el norte de su gobierno estará marcado por la necesidad de recuperar la institucionalidad del país, cuyos cimientos han sido socavados por la corrupción endémica que durante décadas sostuvieron políticos corruptos, élites burocráticas serviles y empresarios mafiosos que, repartiéndose prebendas, han logrado preservar sus ingresos mal habido a costa del interés nacional, para a partir de ahí reformar el Estado, poniéndolo al servicio de la población. Muchas ofertas de campaña de Noboa requieren ser aprobadas por el Parlamento. Él tendrá que echar mano a sus habilidades diplomáticas y de negociación. Esta decisión será fundamental a la hora de buscar los votos en la Asamblea, que permitan la aprobación de las grandes reformas que el país necesita y que él puso en su agenda política durante la campaña. Noboa deberá presentarle al país “una agenda política para los primeros 100 días de su corto gobierno”, en la que se expongan medidas concretas como disminuir sustancialmente los límites de inseguridad y luchar contra el crimen organizado que ha echado raíces en la política, la economía, el Gobierno nacional y los GAD. Asimismo, medidas concretas que permitan reducir la enorme brecha de pobreza, desempleo, desnutrición crónica infantil, y reformas al sistema de educación y salud. Es la única forma de que la gente que votó por una propuesta de cambio no se sienta decepcionada, como sucedió con su antecesor. Para esto es importante contar con un equipo de gobierno capaz y honesto, que en sus genes lleve la política de servicio. ¡Éxito, señor presidente!

Mario Vargas Ochoa