Cartas de lectores | Candidatos con grillete
on las leyes prodelictivas de la narcocracia de Montecristi, que permitieron el reino del crimen
Con la cantaleta de ‘proteger los derechos de participación’ o la ‘presunción de inocencia’ ahora todo delincuente puede ser candidato a la Asamblea, ser electo juez y hasta fiscal. No importa que luzca grillete al tobillo, con millonarias glosas por desfalco, tráfico de influencias o terrorismo. Con declararse víctima de la persecución política, del ‘lawfare’ o del ‘influjo psíquico’, el Consejo Nacional Electoral le da chance en la papeleta electoral y plata del fisco para que se haga campaña gratis.
La trampa de la impunidad para candidatizar procesados de la ley es dilatar juicios hasta que las sentencias prescriban, aquí o por haberse fugado para eludir la justicia. Son las leyes prodelictivas de la narcocracia de Montecristi, que permitieron el reino del crimen. Ahora, pigmeos del Poder de Participación (léase de ‘Cooptación”) quieren imponer como único certificado de probidad que el candidato a autoridad de control carezca de sentencia ejecutoriada.
Paúl Tapia Goya