Cartas de lectores | Funcionarios públicos no pueden ser generosos con plata ajena

Ambas solicitudes fueron negadas para no afectar los ingresos institucionales

En general las autoridades de casi todo el sector público atienden los pedidos de los grupos sociales con rapidez admirable para que la ciudadanía no los critique por no dar la importancia que tienen sus requerimientos. Felizmente algunas autoridades se autoimponen límites a sus atribuciones y responsabilidades, pues entienden que los tratamientos de excepción de los ciudadanos deben ser correspondidos con el aumento tanto de derechos como de obligaciones. Recuerdo dos autoridades, por haber laborado con ellos: el Ing. Raúl Baca, expresidente del Congreso, y el Sr. Rodrigo Paz, exalcalde de Quito. El Ing. Baca recibió permanentes presiones de diputados para que se incrementen sus remuneraciones y las asignaciones destinadas a inversiones provinciales a través del Presupuesto del Estado; en el caso del Sr. Paz, pedidos de la asociación de empleados para aumento de sueldos. Ambas solicitudes fueron negadas para no afectar los ingresos institucionales. Hoy el alcalde de Quito, según informa EXPRESO del 19 de agosto, habría ofrecido demagógicamente, exonerar del pago de determinadas “Contribuciones Especiales de Mejoras”, porque los beneficiarios no tendrían, supuestamente, suficientes recursos para cubrirlas, pese a que su cobro es obligatorio. Con esa generosidad, no sería raro que más tarde se solicite exoneración del pago de tasas por servicios de agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, alumbrado público, recolección de basura y cualquier otra, porque sería suficiente que se expida una ordenanza.

Iván Escobar Cisneros