Cartas de lectores | 100 años de soledad
Es lamentable que el año del centenario se lo celebre incluso sin copa de campeonatos locales
No me referiré a la obra literaria de García Márquez, sino a la ‘celebración’ de los 100 años de la institución deportiva más popular del país, Barcelona S. C. Como hincha del club muestro mi descontento ante el fracaso de su dirigencia, que prometió que al cumplir los 100 años de fundación, en 2025, ganaría la Copa Libertadores de América. Eso no fue así y esta es una de las peores campañas deportivas -nacional e internacional-. Es lamentable que el año del centenario se lo celebre incluso sin copa de campeonatos locales. No existió planificación seria para lograr esos objetivos, pese a que existen buenos ejemplos de trabajo responsable y exitosos, Independiente del Valle y Liga Deportiva Universitaria, campeones de la Sudamericana y de la Libertadores, con participación de jugadores nacidos de sus semilleros, lo que parecería que en Barcelona no existe. Ante esta realidad, ¿por qué BSC no puede lograrlo? Barcelona es un fenómeno social. Los hinchas en sus triunfos viven una alegría sin igual, olvidan momentáneamente problemas personales o familiares, los negocios grandes y pequeños se ven beneficiados con ganancias extras, los canillitas de periódicos venden todos los ejemplares y los que sufren de presión arterial mejoran su estado de salud. Esas son las cosas inexplicables que producen los triunfos de Barcelona; los estadios son copados más por su hinchada que por la del equipo local, por eso sus dirigentes no pueden seguir ‘jugando’ con el sentimiento sublime de sus seguidores, que aman al ídolo, con una idolatría que podría asegurar nació cuando consiguió su primer título profesional: Campeón de la Asoguayas en 1955 al vencer a Club Sport Emelec, el que se convertiría en su eterno rival al protagonizar el famoso Clásico del Astillero.
Barcelona al cumplir sus 100 años de soledad, sin triunfos internacionales, muestra fracaso futbolístico por las contrataciones de jugadores y técnicos que no rindieron como se esperaba; y económico, porque tiene una deuda que supera los $ 50 millones. Allí el gran desafío de los dirigentes para que actúen con disciplina y responsabilidad.
Pese a todos estos sinsabores de los últimos años, la fanaticada de la camiseta oro y grana no pierde las esperanzas:, con una mejor administración celebrará más temprano que tarde, un campeonato internacional, como la Libertadores de América, aunque muchos tengamos que hacerlo desde la eternidad.
Oscar N. Solano Prendes