Tiempo de calidad y no agua tibia

Muchos padres de familia absorbidos por la tecnología o cualquier otra actividad, no dan atención a sus hijos, lo cual no permite detectar graves problemas a futuro

El tiempo es oro, cita que corresponde a una de las filosofías de vida de los norteamericanos, aquí muchos la aplican para luchar con el efecto negativo de la versión criolla “barco parado no gana flete”, y la gente se mueve a mil por hora. Soy animalista y Maya, una de mis gatiahijadas, no acepta que otro felino se acerque cuando ella está comiendo junto a mí, lo que no sucede en mi ausencia. Con sus actos intenta decirme que el tiempo que pasamos juntas debe ser de calidad; juega conmigo y gusta que yo vea cómo ingiere los alimentos. Se aleja cuando otra persona se acerca o me habla. He entendido sus mensajes y nuestra relación es muy buena.

Muchos padres de familia absorbidos por la tecnología o cualquier otra actividad, no dan atención a sus hijos, lo cual no permite detectar graves problemas a futuro. Compensar a los hijos con regalos o dejar que ellos hagan “la regalada gana” no compensa el tiempo de calidad no brindado, donde es posible construir canales de comunicación intrafamiliar tan necesarios. La Biblia en Mateo 13:15 dice: “porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, se les han embotado los oídos y se le han cerrado los ojos; de lo contrario verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón”. No culpemos a la pandemia ni a la playa, mejor volteemos a ver lo que tenemos cerca y reaccionemos.

Ec. Marysol del Castillo