Barril de inmundicias
La desvergüenza y corrupción de todos los dirigentes políticos que vienen cogobernando a Ecuador no tienen límites éticos
Es lo que es nuestra Asamblea. Cada día, la gran mayoría de sus componentes, incapaces de ideas y criterios propios demuestran su bien ganado apelativo de borregos: siguen el sendero trazado por los líderes políticos de sus bancadas. No tienen vergüenza ni empacho al no aprobar la Ley de Repetición a favor del Estado por los daños y perjuicios causados por funcionarios y empleados públicos responsables de las acciones y resultados que causaron y por los cuales se demandó al Estado. A renglón seguido de esta ruindad que constituye un delito para la patria, aprueba una amnistía en favor de una gavilla de delincuentes que causaron daños y perjuicios al país por muchísimos millones de dólares en los hechos de octubre de 2019. No podemos confiar en estos asambleístas ignorantes, incapaces, que solo buscan agradar al jefe de su partido. Su escala de valores la miden por los beneficios que les reporta el ejercicio de asambleísta. Esta es la clase política que desde hace muchos años nos gobierna y llamada a dictar leyes para beneficio de los ecuatorianos. La desvergüenza y corrupción de todos los dirigentes políticos que vienen cogobernando a Ecuador no tienen límites éticos; por el contrario, son repugnantes las fotografías que se publican de la prefecta Pabón y de Hernández celebrando el retiro de los grilletes de su corrupción.
Jorge Luis Rojas Silva