¿Puede un asilado intervenir en política?
El sentenciado prófugo, a pocos días de elecciones seccionales, hace declaraciones muy peligrosas para la salud y estabilidad democrática del país
Llama la atención que un prófugo de la justicia, por quien, según sentencia ejecutoriada, se colocó una placa con su nombre en Carondelet, cuyo texto, en resumen, dice que los recursos públicos deben ser administrados honradamente, tenga libertad para declarar ante prensa extranjera y nacional lo que le viene en gana; que, mediante abusivo uso de redes sociales se exprese en términos inadecuados contra el presidente, otras autoridades y candidatos de oposición. ¿Por qué otros condenados y que se encuentran en la cárcel por la misma causa, cuyos nombres también aparecen en la citada placa, no pueden gozar del mismo ‘derecho’? Porque con esa sentencia perdieron derechos civiles. El sentenciado prófugo, a pocos días de elecciones seccionales, hace declaraciones muy peligrosas para la salud y estabilidad democrática del país, a la vez que realiza campaña. ¿Qué autoridad es la competente para impedir que un sentenciado tenga amplia libertad para alterar la paz que necesita Ecuador y salir del empantanamiento en que ese mismo exgobernante lo dejó? ¿Puede la prensa libre e independiente darle cabida, para que se publiquen declaraciones que en nada benefician al país? ¿Hasta dónde puede llegar la ‘libertad de expresión’? El canciller debería preocuparse de este asunto y coordinar con autoridades de Bélgica; se supone que el sentenciado tiene asilo, ello le impediría incursionar en política.
Víctor Terán