Un año en que estamos perdiendo periodistas de gran valía

¡Qué hubiera sido si no cumplíamos con la campaña de vacunación! A pesar del peligro, grupos radicales salen a causar desmanes y pérdidas económicas sin importarles las secuelas del virus que tanto daño nos causó y podrían contagiarse.

La vida no es eterna, es goce, sufrimiento e ilusiones. Ante la perspectiva de morir surgen preguntas acerca de su origen, su significado, las razones por las cuales se sufre y se muere. No hay respuestas fáciles a estas preguntas existenciales. El antídoto más eficaz contra la desesperación es sentirse querido por otra persona, sin conocer hasta cuándo viviremos. Conclusión, todo ser muere. En días pasados dejó de existir un prestante periodista ecuatoriano, fundador de los periódicos Expreso y Extra de esta ciudad, don Galo Martínez Merchán. Hombre de trayectoria en la vida de los ecuatorianos, que se forjó entregando independencia, pluralismo e imparcialidad en el periodismo. Enseñanzas que muchos aprendieron y destacaron, como su hijo el Dr. Galo Martínez Leisker, a quien entrego mis sentidas condolencias. También en este año han partido periodistas entrañables como Alfredo Pinoargote, Tania Tinoco, Hugo Gavilánez y no sé cuantos más. A lo mejor no perecieron en el brote de la pandemia, pero creo que ha sido consecuencia de ella. ¡Qué hubiera sido si no cumplíamos con la campaña de vacunación! A pesar del peligro, grupos radicales salen a causar desmanes y pérdidas económicas sin importarles las secuelas del virus que tanto daño nos causó y podrían contagiarse.

Ab. Franklin Lituma Manzo