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Luis Sáenz, cantante guayaquileño
Para él, la música nunca ha sido una obligación y que traspase fronteras sería un sueño cumplido, pero no es algo que retumbe fuerte en su mente.Cortesía.

Luis Sáenz: “No busco fama, la música es mi refugio”

Lleva más de cinco años haciendo música. Sus canciones han recorrido todo el país y hoy llega con algo nuevo: La de Brasil. EXPRESIONES conversó con el guayaquileño sobre su camino en la industria.

Por amor ha sufrido, como todos. Y fue justamente ese sentimiento inexplicable, de vacío y soledad, lo que lo conectó a Luis Sáenz con la música. Recuerda un día que estaba con su mamá en Estados Unidos, país donde estudió su carrera universitaria, y juntos iban a asistir a un concierto de Andrea Bocelli. Antes del evento, pasaron por una reconocida tienda de guitarras.

Él tomó una e, inmediatamente, su madre se dio cuenta de lo que había sucedido. Por eso le dijo que debía escoger y Luis se inclinó por el instrumento. No fue una decisión sencilla en ese momento, pues Bocelli es uno de sus cantantes de ópera favoritos, pero ahora lo agradece porque le permitió explorar su lado más artístico. “Se convirtió en mi aliada, mi mejor amiga”, recalca.

Comenzó haciendo covers y a los seis meses de tenerla, ya estaba escribiendo sus propias canciones. “Sentía que para allá tenía que llegar en algún momento”, asegura. Así fue como Cuerpito caribeño llegó, uno de sus primeros temas conocidos que tuvo muy buena acogida y que cayó en importantes playlists de Spotify.

A su regreso a Ecuador, pudo grabar la canción en un estudio profesional y empezó este camino en la música. El guayaquileño se graduó en Publicidad y Marketing, área laboral que no ha abandonado, pues ahora junto con su hermano maneja una empresa familiar dedicada a eso. Sin embargo, distribuye su tiempo entre sus dos oficios.

“Tienen niveles de importancia diferentes en mi vida. Para mí, el tema de la música nunca ha sido una obligación, es un respiro, y una idea me puede llegar en cualquier parte del día”, reconoce. Y con sinceridad dice que él no busca fama ni todos esos imaginarios con los que se los relaciona a los artistas hoy en día, más bien lo ve como una actividad que le nutre el alma, y lo refugia en sus mejores y peores momentos.

Lo dice claro. Si en algún momento sale de Ecuador por su música, sería un sueño hecho realidad, pero no es algo que retumbe fuertemente en su cabeza. Para Luis, la mayor satisfacción está en recibir un mensaje en el que alguien le agradezca porque alguna de sus canciones, le ayudó o sirvió para algo. Es ahí donde encuentra el motor de seguir haciendo arte genuino, sin pretensiones de nada.

El abrazo de la escena independiente

Su colega Aire del Golfo fue de los primeros en ponerse en contacto con él. Se reunieron y conversaron sobre su carrera, y le propuso ser su manager temporal. Luis aceptó y fue así como su agenda de contactos dentro de la escena se fue expandiendo y conoció a Ludovico, La Máquina Camaleón, Man de Barro, entre otros.

En ese tiempo también le presentó a su actual productor, Sebastián Ontaneda, y a su representante, María José Chancay. “Fue como si me cogieran de atrás de la camiseta y me dijeran 'vamos'. Ellos estaban de subida y me dijeron ‘ven, te vienes con nosotros’”, cuenta.

Está seguro de que el hecho de poder ofrecer música inédita que sea consumible en varios momentos del día, le abrió las puertas para poder presentarse en distintos eventos locales. “No podría explicar específicamente por qué todo empezó a subir tan rápidamente, solamente sucedió”, reconoce.

Como a todos, le llegó ese frenazo obligatorio con la pandemia, pero algo importante que rescata de aquellos tiempos de incertidumbre es que, bajo su perspectiva, a partir de ahí, los artistas en general, no solo los vinculados a la industria musical: han puesto a ellos y a sus trabajos el valor que se merece, que se ve reflejado en cifras, pero que viene desde algo más interior. 

Recuerda que antes, aceptar presentarse en un lugar, significaba un intercambio, es decir ‘pagar’ con alimentación u algún otro beneficio no económico. Ahora es distinto, el movimiento se ha transformado. “Es también nuestra responsabilidad cambiar cómo nos ven y el no aceptar menos de lo que es por lo que hacemos”, sostiene.

  • La de Brasil, lo más reciente

En comparación con sus canciones anteriores, a La de Brasil, como se titula su nuevo sencillo, le está dando más promoción y es por una única razón: hay tanta gente detrás de ella que quiere pagarles como se lo merecen, lo que en realidad valen.

Hace mucho renunció a la idea de hacer música comercial solo para pegar. Es muy celoso con lo que hace y ya ha ido encontrando los sonidos que le gustan. “Es un tema que efectivamente le escribiría a una persona con la que quisiera ir a Brasil y bailarla con ella ahí. Es también dedicable. Cuando la hice, estaba escuchando mucha música brasilera y el patrón me empezó a gustar. Mi productor se dio cuenta de eso y fue así como nació. Nunca imaginé que ese sería el título, en la letra menciono el nombre del país y la gente que ya la había escuchado antes me decía: ‘Pon La de Brasil’, y así quedó”, revela. El tema ya está disponible en las plataformas digitales.

  • Una samba guayaca

Con el objetivo de unir dos culturas, la ecuatoriana y brasileña, Luis Sáenz y su equipo están armando el show Una samba guayaca para el próximo 27 de agosto en Casa Marín en Las Peñas. Como invitados estarán Diego Chiang, Aire del Golfo y Michelle Espinosa... y lo demás se lo guarda para ese día.

  • Su top 5 nacional

  1. Michelle Espinosa
  2. El Cholo
  3. El General Villamil
  4. El Romántico de la Perla
  5. Aire del Golfo