Cultura

Carlos-Ruiz-Zafon
El escritor, siempre alejado de los círculos literarios, será sepultado en Los Ángeles, California.Cortesía

Una sentida despedida a Carlos Ruiz Zafón

El escritor falleció a los 55 años después de una larga enfermedad.

“La mayoría de los mortales nunca llegamos a conocer nuestro verdadero destino; simplemente somos atropellados por él. Para cuando levantamos la cabeza y lo vemos alejarse por la carretera ya es tarde, y el resto del camino lo tenemos que hacer por la cuneta de aquello que los soñadores llaman la madurez. La esperanza no es más que la fe de que ese momento no haya llegado todavía, de que acertaremos a ver nuestro verdadero destino cuando se acerque y podamos saltar a bordo antes de que la oportunidad de ser nosotros mismos se desvanezca para siempre y nos condene a vivir de vacío, añorando lo que debió ser y nunca fue”.

Ese bellísimo párrafo es quizás uno de los más emblemáticos de ‘La sombra del viento’, obra más conocida del escritor español Carlos Ruiz Zafón, quien falleció hoy a los 55 años tras una larga batalla con el cáncer.

El autor, considerado el escritor español más leído después de Miguel de Cervantes, se dedicó a la publicidad hasta 1992, cuando la dejó para consagrarse a la literatura. Su primera obra, la novela juvenil ‘El príncipe de la niebla’ se publicó al año siguiente y obtuvo el premio Edebé. Los fondos le sirvieron para radicarse en Los Ángeles, Estados Unidos, ciudad que le fascinó desde niño y donde continuó escribiendo obras para adolescentes y guiones.

En el 2000 envió ‘La sombra del viento’, su primer libro para adultos, al premio Fernando Lara. No ganó pero las aventuras de Daniel Semper, protagonista de la historia, cautivaron a Ramón Moix, uno de los miembros del jurado, quien presionó por la publicación de la novela hasta que fue lanzada por el sello Planeta.

Pese a un recibimiento algo lento en su España natal, la obra se convirtió en un boom de ventas. Desde su lanzamiento en 2001 hasta la actualidad esta ha vendido más de quince millones de ejemplares y ha sido traducido a cuarenta idiomas.

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A esta le siguieron otras tres, ‘El juego del Ángel’, ‘El prisionero del cielo’ y ‘El laberinto de los espíritus’, parte de la misma tetralogía, conocida como ‘El cementerio de los libros olvidados’.

La noticia del fallecimiento de Ruiz Zafón generó numerosas reacciones en redes sociales, no solo de otros autores y de fanáticos de su obra, sino de la clase política de su país, de músicos, artistas y de varias casas editoriales.

Pero quien quizás mejor lo resume es el también escritor Carlos Mayoral, quien señaló: “Zafón era un autor muy maltratado por la 'alta literatura'. Sin embargo, uno lee el cariño con el muchos lectores se refieren a él y a sus novelas y sólo puede pensar en el asco que produce esa élite entrecomillada”.

Este se mantuvo alejado de los círculos literarios y no era un entusiasta de las presentaciones de libros, ni siquiera de los propios “Todo lo que se dice en esos ámbitos es por intereses disfrazados de principios. He tenido la buena fortuna de poder pasar de lado de todo eso. El supuesto mundillo literario es 1% literario y 99% mundillo”, decía.

Para sus lectores, la pérdida del autor es una oportunidad para recordar sus novelas y lo que significaron en sus vidas.

La publicista guayaquileña Fernanda Morales, rememoró una época tumultuosa de su vida. “Estaba pasando por un divorcio terrible cuando en Instagram vi que alguien posteó esta frase: ‘¿Sabe lo mejor de los corazones rotos? Que sólo pueden romperse de verdad una vez. Lo demás son rasguños’, y citó el libro. Me compré ‘La sombra del viento’ unos días después, luego me leí los otros tres. Fueron el hilo con el que me aferré a tiempos mejores”.

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Fausto Díaz, otro aficionado a Ruiz Zafón, comentó que llegó a los libros del escritor por casualidad. “Me atrajo la portada, cuando estaba en una librería. Me enganché con las primeras páginas, y no paré. Era muy fácil identificarse y querer a los personajes. Me habría encantado tener un amigo como Fermín, un papá como el de Daniel. Fue recorrer una Barcelona que ya no existe. Las novelas le trajeron mucha magia a mi vida”. 

Daniela Aylón prefiere resumir su experiencia con una frase del autor que colocó en su habitación: "el destino suele estar a la vuelta de la esquina. Pero lo que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él".