Charlene de Mónaco volvió a figurar en la tradicional foto navideña con la que el principado desea felices fiestas a sus ciudadanos y seguidores. El año pasado, ella estaba todavía ingresada en una exclusiva clínica de Suiza, en la que se recuperaba de la grave enfermedad (infección en oídos, garganta y nariz) que contrajo en Sudáfrica, su país de origen. 

En la felicitación de 2022, posa espectacular con un vestido negro sin mangas y pronunciado escote en V. Mientras el príncipe Alberto opta por un clásico traje azul, su hijo Jacques lleva un traje negro con camisa blanca. 

La niña, Gabrielle, ya posa como una princesa, con un modelo en color maquillaje, de falda asimétrica, con aplicaciones en pedrería, look complementado con una diadema y sandalias doradas.

Los rostros de Jacques y Gabrielle son los que más revelan la felicidad de volver a tener a mamá en casa (en su caso, en palacio), después de tantos meses sin poder verla a causa de su dolencia, y aunque Charlene ha confesado que todavía sigue convaleciente, lo cierto es que su aspecto es inmejorable.

Mónaco vive la Navidad intensamente. El pasado 14 de diciembre, el palacio abrió sus puertas al público para celebrar estas fiestas como si de un país de cuento se tratase. El patio principal está decorado con un paisaje polar, con pingüinos, renos, focas... y allí estuvo la familia real repartiendo juguetes a los niños de entre 5 y 12 años.